
¿Cómo puedes limpiar tus peluches?
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¿Cómo puedo limpiar y cuidar mis peluches?
Los peluches son objetos muy especiales, tanto para los peques como para los grandes. Ellos nos acompañan en momentos inolvidables y pueden durarnos por muchos años… siempre y cuando los cuidemos bien.
Es fácil que los peluches acumulen polvo, se manchen, pierdan color por estar mucho tiempo al sol o se deterioren si se almacenan de forma inadecuada. Si no los cuidamos adecuadamente, podrían durar menos tiempo del que quisiéramos. Darles los cuidados necesarios no solo alarga su vida útil, también ayuda a prevenir problemas de salud como alergias, algo especialmente importante para los infantes.
Aquí te compartimos algunos consejos para que puedas cuidar y disfrutar de tu peluche por mucho tiempo.
Cuidados cotidianos
Los peluches están hechos para ser suaves y apapachables, lo que hace que muchas personas queramos tenerlos cerca, ya sea para llevarlos a todas partes o colocarlos en un lugar especial de nuestra casa. Esto hace que sea común que se ensucien o acumulen suciedad con el tiempo.
Aunque es normal pensar en lavarlos, hacerlo con demasiada frecuencia puede dañar el relleno esponjoso de los peluches. Por eso, lo mejor es reservar el lavado solo para cuando sea realmente necesario. Para mantenerlos limpios en el día a día, basta con sacudir regularmente aquellos que están en exhibición o que no se usan tanto. También se pueden limpiar pequeñas manchas con un poco de jabón y un paño húmedo (preferentemente de microfibra o algodón), frotando con cuidado para no dañar el tejido del peluche.

El lugar donde se colocan también es clave para su conservación. Evita ponerlos en zonas húmedas o bajo la luz directa del sol durante mucho tiempo, ya que esto puede afectar su color y acabado. Si decides guardarlos, lo ideal es usar una bolsa o contenedor de plástico con tapa para protegerlos del polvo y la humedad.

Otra buena práctica es revisar periódicamente si tienen hilos sueltos, costuras abiertas o botones flojos. Si detectas algo así, lo mejor es repararlo de inmediato para evitar que el daño empeore con el tiempo.
Aunque lo ideal es no lavar nuestros peluches con demasiada frecuencia, siempre llega el momento en el que sí es necesario lavarlos. Para saber cuál es la mejor forma de lavarlos, lo más recomendable es revisar las etiquetas de los peluches, ya que algunos pueden lavarse en lavadora, a mano, o con limpieza en seco. Si tienes dudas, una buena opción es llevarlos a una buena lavandería, donde el personal sabrá cómo tratarlos adecuadamente. A continuación, te explicamos cómo lavar en casa aquellos peluches que pueden mojarse sin problema.
En lavadora
Antes de lavar tu peluche en la lavadora, asegúrate de que no tenga hilos sueltos, botones flojos ni costuras abiertas. Después, colócalo dentro de una malla para ropa delicada.

Lo ideal es usar el ciclo delicado, poco detergente y sin suavizante, ya que este puede afectar la textura del peluche. No debes usar agua con temperatura mayor a 30 °C. También es importante no lavarlo junto con prendas que puedan soltar pelusa o desteñir; lo más recomendable es lavarlo solo o con otros peluches. Al terminar el ciclo, exprímelo con cuidado para eliminar el exceso de agua. No uses secadora, ya que el calor puede cambiar su tamaño o dañarlo.
Lavado a mano
Algunos peluches, debido al tipo de tejido o relleno, pueden dañarse fácilmente si se lavan en máquina. En esos casos, es mejor optar por lavarlos a mano. Para hacerlo, llena un recipiente con agua tibia (no mayor a 30 °C) y añade una pequeña cantidad de detergente. Humedece un paño de microfibra o algodón y úsalo para limpiar las áreas más sucias, frotando con cuidado. También puedes usar las manos para frotar suavemente el peluche.

Después, sumerge brevemente el peluche en el agua, exprímelo con cuidado para quitar el exceso de agua y repite el proceso hasta que esté limpio. Luego, vacía y enjuaga el recipiente, vuelve a llenarlo con agua limpia y enjuaga el peluche sumergiéndolo por poco tiempo y exprimiéndolo suavemente. Repite este paso tantas veces como sea necesario hasta que no le quede detergente al peluche. Durante todo el proceso, procura que el peluche se mantenga el menor tiempo posible sumergido, para evitar que el agua dañe su relleno.
Secado
Para secar tu peluche después de lavarlo, no uses secadora ni lo acerques a fuentes de calor como calefactores, ya que el calor puede dañar las fibras del peluche. Lo ideal es dejarlo secar a media sombra sobre una toalla limpia, en una superficie plana y en un lugar con buena ventilación. Girando de vez en cuando para asegurar un secado uniforme. Dependiendo del clima y el tamaño de tu peluche, puede llegar a tardar un par de días en secarse completamente, no desesperes.

Si no es posible secarlo con ayuda del sol o necesitas que se seque más rápido, puedes ayudarte con el aire directo y continuo de un ventilador. Coloca el peluche sobre una toalla, en una superficie plana y ve girándolo cada cierto tiempo para que el secado sea parejo.

Antes de guardarlo, asegúrate de que esté completamente seco, incluyendo el relleno, para evitar la aparición de microorganismos o malos olores.
Con un poco de atención y cariño, tus peluches pueden acompañarte por años igual de suaves, limpios y especiales que el primer día. Y si quieres seguir aumentando tu familia de peluches o regalar momentos de curiosidad, diversión y afecto, te invitamos a visitar nuestra tienda en línea y conocer todos nuestros originales y divertidos peluches.
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